Medina Azahara fue una fastuosa ciudad palatina que mandó construir a los pies de Sierra Morena el primer califa de Córdoba, Abderramán III, con intención de proyectar una imagen poderosa del recién creado Califato Independiente de Córdoba.
En su construcción trabajaron más de 10.000 hombres, que utilizaron los mejores materiales: metales preciosos, mármoles, piedras policromadas, etc.
Madinat al-Zahra estaba organizada en tres grandes terrazas escalonadas rodeadas por una muralla. En la parte superior estaba el Alcázar Real, donde se agrupaban las dependencias del califa y su familia; en la intermedia se encontraba la zona burocrática y administrativa del palacio, con salones y jardines para audiencias; la inferior estaba destinada a las viviendas del pueblo, así como para el zoco y la mezquita.
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